Por: El Padre Gallo.
Cuando escucho o leo las declaraciones de algunos de los
funcionarios públicos, algo en mi interior me dice que están mintiendo. Lo
mismo en las cuestiones de seguridad, que en las de la economía del país. Me
pasa lo que al chapulín colorado, mis antenitas de vinil detectan la presencia
del engaño.
Es bien sabido que siempre los dirigentes políticos, van por
la vida con la verdad por delante y la mentira por detrás. Son pocos los
ciudadanos que aún creen en los seudo líderes de la democracia. A como vamos
llegará el día en que en la celebración de las elecciones electorales, solo
acudan las estructuras de los partidos y quizá ni ellos.
Han sido tantas las falsedades contadas durante los procesos
electorales, que ya la ciudadanía muestra una apatía generalizada. Candidatos
van y vienen, los pobladores siguen con las mismas necesidades y cada día peor.
No se puede confiar, en quienes durante años han lucrado con
el presupuesto del erario. Como esperar algo, de quienes solo desean el poder.
La confianza no se otorga pues no son pocas las ocasiones, que el pueblo de
Dios ha sido engañado sin ningún pudor.
Los aspirantes son astutos, se valen de artimañas y nuevas
tretas para poder llegar al electorado. Las triquiñuelas a final de cuentas,
son las mismas de siempre; mentir para ganar. Los objetivos se consiguen sin
importar los métodos, por ultimo las promesas de campaña; no serán compromisos
de gobierno.
Siempre he mencionado al respecto, que la política es bella;
los feos son los políticos. Si se practicará la misma como realmente es, los
resultados fuesen otros. No estaríamos viviendo con el Jesús en la boca, ni con
la vida pendiendo de un hilo.
De que urgen los cambios en el sistema político, a nadie le
queda duda. Mas como realizarlos si los poderosos tratan a toda costa de
mantenerse en la cima, aun a costillas de un pueblo indefenso. No faltan
quienes aboguen por una conversión, a veces se quedan en el simple intento pues
abundarán los bloqueos, amenazas, chantajes e intimidaciones.
Esperemos que tantas marchas por la paz y la certidumbre,
sirvan de algo. Que no se politicen pues al hacerlo le estarían fallando a
quienes simpatizan con ellos. Hemos visto en el pasado que lo que nace para
algo bueno, de la nada se prostituye.
México es un país con valor, los mexicanos somos fuertes. Se
debe sacar fortaleza para lograr los cambios, la fe no se debe de perder. La
historia nos muestra una estela de incertidumbre pero también está escrita en
ella, el momento de la liberación.
Ojalá que todo sea resuelto para bien y que sea a la mayor
brevedad posible. Hay cansancio en el ánimo de los ciudadanos, confiamos en que
la solución se de y sea por la vía de la paz. Ya hay demasiada muerte y
destrucción, el caos ha sido suficiente. La armonía debe de darse en un ámbito
de respeto y tranquilidad. Así sea.