jueves, 24 de julio de 2014

No tengan miedo de cambiar.

Por: El Padre Gallo.-

Hoy transcurre otro día de la existencia, al parecer es uno más y no hay nada de extraordinario. Ya todo es aparentemente igual, nos hemos acostumbrado a verlo así, nada nuevo. El sol sale por donde mismo, el tiempo no detiene su marcha y el aire contaminado sigue invadiendo nuestros pulmones. Por la mañana termina el ensayo para morir, los entes se posicionan verticalmente y el agua humedece los rostros. Nuestro estómago, se prepara a recibir la ingesta diaria de productos alimenticios; las amibas también. Los intestinos, ya están preparados para la evacuación; el trono real espera la orden del rey. Ruidos sonoros se escuchan en el palacio!, un alivio a la tensión abdominal surge; todo se ha consumado. Ahora sigue el proceso higiénico, hay que acabar con los bosques; el “acolchonadito” es mejor. Listo, el rey ahora esta de pie, Vasallos vengan a mí!. Intempestivamente, llega a la memoria el trabajo del día; hay obligaciones que cumplir. Rápido, es tarde y hay que llegar, ya que la responsabilidad espera. Ya estamos aquí, observando a otros seres iguales; no hay diferencia alguna. Como abejas en el panal, cada quien tiene una encomienda; servir con eficiencia. Por todos los medios hay que hacerlo, hay de aquel que no cumpla lo cometido; consecuencias habrá. Finalmente, el día esta por terminar; en parte se ha cumplido. No se logró al cien por ciento, pero a quien le importa; todos hicieron lo mismo. La noche llegó, la mesa esta puesta. Gracias a Dios!. Hasta entonces la materia gris pregunta, ¿Vale la pena la vida así? ¿Qué hago para que sea de otra manera? Silencio total. Es que la costumbre, ha hecho presa a nuestra existencia; sin darnos cuenta. Por ella no somos capaces de ver, ni de tener el poder de cambiar; nuestra ya “formateada” vida. No se puede hacer diferente, tiene que ser siempre de esta manera; nadie se sale del patrón. Que tal si hacemos la diferencia?. Hagamos a un lado las ataduras; el momento de la liberación ha llegado. Cambiemos la óptica de las cosas, a partir de hoy abandonemos la línea a seguir; hagamos otra. Optemos por romper las cadenas, actuemos y seamos diferentes. El día ha llegado!. Analicemos la situación real de nuestras vidas, lleguemos a un acuerdo con nuestro ser interior; seamos reales. No tengan miedo de cambiar, todo sea para bien; hagan que sea así. La existencia es muy corta, tenemos que aprovecharla al máximo. Es tiempo de vivir!. El hombre nace y crece, algunos se reproducen y mueren; que forma de vida. Hagamos pues una invitación a los cuatro vientos, al público en general; entrada libre. Practiquémoslo hasta que sea un hábito, hagámoslo hasta el cansancio; intentémoslo. Todos los días de nuestra vida, hasta que la misma; lo permita. Así sea.