Por: El Padre Gallo.-
Hoy transcurre otro día de la existencia, al
parecer es uno más y no hay nada de extraordinario. Ya todo es aparentemente
igual, nos hemos acostumbrado a verlo así, nada nuevo. El sol sale por donde
mismo, el tiempo no detiene su marcha y el aire contaminado sigue invadiendo
nuestros pulmones. Por la mañana termina el ensayo para morir, los entes se
posicionan verticalmente y el agua humedece los rostros. Nuestro estómago, se
prepara a recibir la ingesta diaria de productos alimenticios; las amibas
también. Los intestinos, ya están preparados para la evacuación; el trono real
espera la orden del rey. Ruidos sonoros se escuchan en el palacio!, un alivio a
la tensión abdominal surge; todo se ha consumado. Ahora sigue el proceso
higiénico, hay que acabar con los bosques; el “acolchonadito” es mejor. Listo,
el rey ahora esta de pie, Vasallos vengan a mí!. Intempestivamente, llega a la
memoria el trabajo del día; hay obligaciones que cumplir. Rápido, es tarde y hay
que llegar, ya que la responsabilidad espera. Ya estamos aquí, observando a
otros seres iguales; no hay diferencia alguna. Como abejas en el panal, cada
quien tiene una encomienda; servir con eficiencia. Por todos los medios hay que
hacerlo, hay de aquel que no cumpla lo cometido; consecuencias habrá.
Finalmente, el día esta por terminar; en parte se ha cumplido. No se logró al
cien por ciento, pero a quien le importa; todos hicieron lo mismo. La noche
llegó, la mesa esta puesta. Gracias a Dios!. Hasta entonces la materia gris
pregunta, ¿Vale la pena la vida así? ¿Qué hago para que sea de otra manera?
Silencio total. Es que la costumbre, ha hecho presa a nuestra existencia; sin
darnos cuenta. Por ella no somos capaces de ver, ni de tener el poder de cambiar;
nuestra ya “formateada” vida. No se puede hacer diferente, tiene que ser
siempre de esta manera; nadie se sale del patrón. Que tal si hacemos la
diferencia?. Hagamos a un lado las ataduras; el momento de la liberación ha
llegado. Cambiemos la óptica de las cosas, a partir de hoy abandonemos la línea
a seguir; hagamos otra. Optemos por romper las cadenas, actuemos y seamos
diferentes. El día ha llegado!. Analicemos la situación real de nuestras vidas,
lleguemos a un acuerdo con nuestro ser interior; seamos reales. No tengan miedo
de cambiar, todo sea para bien; hagan que sea así. La existencia es muy corta,
tenemos que aprovecharla al máximo. Es tiempo de vivir!. El hombre nace y
crece, algunos se reproducen y mueren; que forma de vida. Hagamos pues una invitación
a los cuatro vientos, al público en general; entrada libre. Practiquémoslo
hasta que sea un hábito, hagámoslo hasta el cansancio; intentémoslo. Todos los
días de nuestra vida, hasta que la misma; lo permita. Así sea.