jueves, 10 de julio de 2014
Ciclistas en peligro.
Por Tadeo Herbert.
Quienes diariamente utilizan la bicicleta como medio de transporte, para dirigirse a sus centros de estudio o de trabajo, se mantienen en constante peligro al hacerlo por calles y avenidas de gran afluencia vehicular. Esto no es propio de personas de condición humilde, sino que cada vez son más quienes optan por esta forma de traslado. Son pocos los que mantienen las reglas de seguridad, menos aún los que respetan los señalamientos viales y el reglamento de tránsito. El uso de reflejantes, casco protector, coderas y rodilleras, están muy lejos de ser utilizados por estos conductores. Los ciclistas están obligados a mantener las normas al respecto, al trasladarse raudamente a sus destinos. El estar bajo riesgo al dirigir vehículos de dos ruedas, se ha convertido ya en algo cotidiano pero también se han vuelto diarios los accidentes en los que se han visto implicados, decenas de usuarios de bicicletas. En la entrada principal al tristemente célebre Fraccionamiento Las Brisas, se pudo constatar como un humilde padre de familia transportaba a su hijo, dentro de una caja plástica prácticamente de pie. La inclemente lluvia de ayer caía por doquier pero eso parecía no importarle a la criatura, que como impermeable le fue colocada una bolsa de plástico, dándole un mayor peligro a la situación. El padre pedaleaba velozmente su oxidada bicicleta, afanoso de llegar a su morada, eso si, con las viandas y el hijo completamente secos. Escena aventurada y llena de osadía en la cual tanto el progenitor como su retoño, ya son expertos. Más en este caso poco se puede hacer, para demostrarle al ciclista en cuestión que está equivocado, cuando no tiene otra opción para trasladarse. Solo resta esperar el día en que se convierta en estadística, al ser embestido por un cafre del volante y que sea entonces una nota roja más en toda la extensión de la palabra, lo cual no deseamos.