Por: Emilio Vazquez Alexandre.
Siempre se ha juzgado por la sociedad la pereza y se considera la madre de todos los vicios habidos y por haber.
La humanidad en la búsqueda continua de los valores para evitar a toda costa que estos se pierdan dadas las difíciles circunstancias, se olvida ocasionalmente de lo que en esencia quiere encontrar.
Esto es que se inventan reglas para encontrar el punto de comunión de todo lo que sucede o acontece en el desarrollo del comportamiento de los individuos y esto no siempre es lo mejor.
En lo referente especialmente a la comunidad estudiantil de San Fernando es increíble la gran cantidad de días de asueto que los mismos han tenido.
Nunca en la historia del municipio se había “gozado” por parte de los estudiantes de tantas horas estudio libres y sin preocuparse por la escuela.
La Secretaria de Educación Publica se supone que tiene un horario y un programa de clases pero este no es respetado por los maestros y por los alumnos de la localidad.
Desde antes de la Semana Santa la mayoría del alumnado por no decir que todos prácticamente no han tenido clases y los pocos que acuden solo permanecen unas horas.
Los supervisores escolares alegan juntas sindicales, incertidumbre, días festivos que se transforman en largos puentes, falta de quórum, calor extremo, etc., etc., etc.
La realidad ahí está y nadie lo puede negar, lo que asombra es la placidez y la tranquilidad con que se toma por parte de quien corresponde.
Tan fácil como echarse la “bolita” unos a otros. Los maestros a los estudiantes y ellos a los maestros. En ello se pasan los días y los meses.
Ojala que se normalicen los horarios escolares pues de ello depende el aprendizaje de los niños y jóvenes de la ciudad, que últimamente se han convertido en simples observadores tácitos y practicantes expertos de la ociosidad.