Por: Emilio Vazquez Alexandre.
Dice la historia con algo de leyenda, que fue el Emperador Constantino I el Grande a quien se le apareció una cruz en el cielo y este tomó la decisión de utilizarla como estandarte de su ejército para vencer a los bárbaros.
Una vez que lo logró se convirtió al cristianismo y mandó edificar iglesias y según la tradición envió a su madre Santa Elena a buscar el signo donde fue crucificado Cristo.
Al encontrarla y antes de morir pidió se celebrase el día de la Santa Cruz como recordatorio especial de la fecha en que fue encontrada.
A la fecha esta concelebración eclesial se sigue realizando en todo el mundo con un alto grado de fervor por parte de los cristianos.
En México este día es celebrado en especial por el sindicato o grupos de albañiles y se coloca una cruz de madera adornada con flores y listones.
Esta es impuesta en el punto más alto de la construcción de la obra y posteriormente se lleva a cabo una comida como motivo de festejo.
Al realizar un recorrido a temprana hora por el centro y colonias de la ciudad de San Fernando no pudimos observar ningún signo de dicho elemento.
En las edificaciones que están en proceso quizá no celebraron este día por diversos motivos entre otros la diferencia de profesión de cultos, el hecho de que algunos ingenieros les parece una pérdida de tiempo además de que causa un costo.
También debido al ambiente de incertidumbre pues el animo decae y no esta “el horno para bollos” como dicen los que saben.
Ojalá que la tradición no se pierda pues las festividades religiosas siempre fueron motivo de alegría y entusiasmo logrando fortalecer el espíritu de los creyentes.