Por: Emilio Vazquez Alexandre.
Lo que es la vida tan diferente unos de otros pues podemos ver formas diversas de vivir y otras de sobrevivir. Esto es que unos tienen demasiado y otros muy poco o casi nada. La economía es injusta con muchos a pesar de que luchan diariamente por sobresalir en este mundo ingrato.
Son abismales las diferencias en cada estilo de vida, las formas de ser y de actuar son dispares una de otra y no hay comunión entre las mismas. No existe congruencia alguna entre las partes a pesar de estar y pertenecer a la misma sociedad.
Pocas veces el que tiene y goza de status elevado tiende su mano desinteresada al que no posee mas que su pobreza. De hecho la mayoría si le ve un peso o algo de valor al semejante quiere arrebatárselo sin demora. El poder se inventó para ejercerse y se hace esto sin piedad.
Desde tiempos remotos la lucha por la igualdad de clases se ha tratado de implementar pero poco resultado ha habido y se sigue viviendo en desventaja ante el que tiene más. Siempre habrá quien posea más que el otro, tanto en un sentido ascendente como en el descendente.
La realidad es triste y sin remedio pues el socialismo pretendió ser la solución pero solo vino a trastornarlo todo y a remarcar los contrastes. No pudo ser aplicable en el orbe pues al intentar hacerlo se encontraron con las barreras impuestas por los poderosos.
El desayuno de una persona que no padece la situación actual de la mayoría seguirá siendo nutritivo y apetitoso y más de una vez se dará el lujo de ni siquiera probarlo. En cambio la pobreza y la falta de poder adquisitivo ha llegado a establecerse en casi todos los hogares mexicanos.
La comunidad de cualquier ciudad esta sufriendo los resultados despiadados de los errores gubernamentales, los ataques sin medida del poderío, la economía familiar ha quedado destrozada por los embates de los aumentos en la gasolina y la canasta básica.
¿Hasta cuando el pueblo de Dios podrá soportar este ya un estilo de vida? ¿Hasta cuando los personajes dueños de la riqueza en este país voltearán a ver a sus hermanos? Creo que falta mucho por caminar en este mundo lleno de ambición y de dolor.
Esperemos que ocurra un milagro pues ya no podemos esperar otra cosa, ojalá que el Manto Divino cobije y proteja a este pueblo lleno de hambre y necesidad. Ojalá que los poderosos se dignen a voltear sus ojos hacia los que mas sufren pues ya es justo que el sol salga para todos y se vea la luz en esta noche oscura que se ha convertido la vida de los que menos tienen. Así sea.