Por: Emilio Vázquez Alexandre.
Desde hace ya varios días me di a la tarea de realizar una encuesta entre los ciudadanos de esta comunidad. Cabe mencionar que la pregunta era muy sencilla y todos de alguna manera la respondieron. Conforme iba transcurriendo el tiempo que llevaba en dicha indagación me sorprendía de las respuestas. Pues estas fueron muy variadas pero no muy distantes en su esencia. Se la repetiré a usted amigo lector para que también participe aunque sea indirectamente.
La interrogante fue: ¿Cómo piensa que son las chicas y chicos de hoy? Será que en verdad son tan diferentes a los de hace algunos años o todos son iguales. Lo que cambia es el cristal con que se mira. Quizá exista la posibilidad de que en realidad haya ocurrido un drástico cambio. Todo esto por la necesidad de adaptarse a este mundo ingrato saturado por tanto bombardeo de modas juveniles. Hasta en los lugares más autoritarios y clásicos en su régimen se nota un entorno diferente en el ambiente de los jóvenes. La “onda” de la globalización joven en verdad ha sido expansiva y nos damos cuenta de ello porque ocurre en todo el planeta. Ha dejado de ser propio de un país para penetrar en gran escala en cualquier punto del orbe.
Desafortunadamente para una parte muy importante de esta generación están surgiendo muchas dificultades. Lo mismo en la temática de las adicciones como en la moda misma pues esta influye hasta en la alimentación. Lo observamos en las adolescentes de hoy en día pues al tener algún problema buscan refugio en estas lamentables situaciones. Además de esto a muy temprana edad se dejan llevar por el hedonismo. El placer por el placer es llevado a la práctica sin control alguno sin ningún pudor. Trayendo funestas consecuencias pues llegan los hijos no deseados y las enfermedades de transmisión sexual al por mayor.
Cada vez son más las criaturas que se ven en esta difícil situación sin aparente remedio. Todos en determinados momentos de nuestras vidas hemos tenido la oportunidad de conocer algún caso lamentable de estos. Lo mismo en nuestra propia familia que en la de algún vecino o amigo se repite la historia. Ya no son raros los casos de bulimia o anorexia los embarazos en las adolescentes el sida a temprana edad como lo decía.
Esperemos que nuestros gobernantes se preocupen por sus futuros ciudadanos. Ojala que implementen programas aplicables a los desordenes de el desarrollo normal de la población con menos años. Que se logre crear conciencia plena en las chicas y chicos de hoy pues en los años venideros serán los que sufran las consecuencias. Nuestro país es un México impetuoso lleno de vida. Una nación de jóvenes. Que Dios guarde a la juventud. Así sea.
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