Por Tadeo Herbert.-
Personal de la Fundación Michou y Mau arribó a la ciudad matamorense a bordo de ambulancia aérea procedente de la ciudad de Guadalajara, Jalisco. Esto se logró en coordinación existente que hay entre la benemérita institución de la Cruz Roja y la fundación referida. La llegada de este personal especializado en casos de menores quemados ocurrió, debido a la solicitud de auxilio que se originó a causa del grave accidente que sufrió el joven ayudante de albañil Jorge Cruz Carmona de 16 años de edad y residente de la colonia Campestre del Río. Como se recordará éste infortunado trabajador de la construcción sufrió quemaduras en el 65 por ciento de su cuerpo, al electrocutarse. Correspondió al personal de la Cruz Roja conseguir ayuda para que fuera atendido en el “Shriners Hospital” de la ciudad texana de Galveston, a través de la mencionada fundación y en colaboración con la ciudadana Ana María Torre de Morris, Presidenta de la fundación referida en Tamaulipas. Para ello fue conseguida visa humanitaria ante el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica para el afectado y su madre, la señora Patricia Carmona, de 47 años de edad. Durante el traslado el paciente fue mantenido en coma inducido, ya que las heridas presentadas por la descarga eléctrica que entró en la región del cráneo y salió en extremidades inferiores, así lo ameritaban. Una vez que egresaron con el joven lesionado fue trasladado al Aeropuerto Internacional “Servando Canales” a bordo de ambulancia de la Cruz Roja, auxiliado por personal capacitado y monitoreado en todo momento por el médico y paramédico de la fundación. Se contó con ayuda de respirador artificial, monitor especializado, con bombas de infusión, con medicamentos especiales y demás equipo adecuado, para la sobrevivencia del paciente durante el traslado aéreo que fue estimado en una hora. Del Hospital General “Dr. Alfredo Pumarejo” a la terminal aérea fue auxiliado en todo momento por el Coordinador de Socorros Francisco Gabriel Ponce Vela, Técnico en Urgencias Médicas, por los paramédicos Claudia del Valle y Joel Álvarez, quienes colaboraron en lo necesario. La Cruz Roja se encargó del traslado del menor electrocutado, por ser institución con experiencia en pacientes en estado crítico, independientemente que para ello cuenta con ambulancias equipadas y personal capacitado en tales lides, a la altura de cualquier cuerpo de socorro y rescate. Se hace de conocimiento de la población en general y a quienes por desgracia se vean implicados en accidentes resultando con graves quemaduras, para que se pongan en contacto con la benemérita institución y esta les otorgue sin costo alguno la debida atención. Cabe hacer referencia de que el costo por paciente en la ciudad de Galveston, es de un millón de dólares, de ahí que se diga que el niño quemado “Es el que más sufre, pero también el que más cuesta”.
