viernes, 18 de julio de 2014
Pequeños bajo peligro
Por Tadeo Herbert.-
Llegaron las vacaciones escolares y será larga época la que permanecerán los menores en sus hogares, al ser de esta forma se verán expuestos a sufrir todo tipo de percances y más de alguno resultará lesionado e irremediablemente hospitalizado. La mayoría de los accidentes ocurren durante éste período, ya que la energía de los pequeños al no ser canalizada en el estudio diario, se refleja en su comportamiento y hay quienes para ello se pintan solos. Las salas de emergencia de las clínicas y hospitales se ven atiborradas de madres con sus retoños llorando, luego de haberse visto implicados en algún percance que los afectó al grado de solicitar auxilio médico. “Lesiones leves y simples escoriaciones en la piel, hasta desgarres musculares y fracturas en su osamenta, es lo clásico que atendemos en el área de urgencias pediátricas de éste nosocomio” refiriéndose al Hospital General “Dr. Alfredo Pumarejo”. Así lo aseveró una de las doctoras de la sala de pediatría, quien diariamente atiende todo tipo de heridas, dolencias y lesiones de gravedad entre los menores que son ingresados. Aunque a últimas fechas se han atendido diligentemente a niños y niñas que han resultado arrollados, incluso como hace unos días por su propios padres. Es por ello que se hace un llamado a los progenitores de los menores de edad, para que extremen precauciones durante la época vacacional, en simple afán de evitar que sus hijos pequeños resulten heridos y tengan que ser hospitalizados. No se trata de tenerlos encerrados sino que mantengan los cuidados de rigor, como son no dejarlos practicar futbol en la calle, no exponerlos a altas temperaturas en albercas y playas, así como evitar que estén solos en el interior de los domicilios. No hay que olvidar la tendencia natural a ser incendiarios, así que no dejar al alcance de la mano cerillos o encendedores y si los niños son pequeños, pues evitar que al gatear manipulen las extensiones para conducir electricidad. Estar dentro del hogar no los mantiene completamente seguros pero al menos podrán ser vigilados y al ser de esta forma, se evitará en lo posible que se lesionen a sí mismos o a otra persona.