Por: El Padre Gallo.
Hola Padre Santo, una vez más te saludo y en esta ocasión, no es para reclamarte nada. Bueno, quizá algunas veces lo he hecho pero te aseguro que siempre ha sido, con el respeto debido y sin ninguna mala voluntad de mi parte.
Vas a creer que por acá en la tierra, las cosas cotidianas nada mas no se componen. Ah caray pero que te estoy diciendo Padre Eterno, si Tú lo sabes todo; lo olvidaba. Es que con tanto desorden que hay, no falta quien dude de tu poder.
Fíjate Señor que anoche tuve un sueño bastante extraño, todavía al despertarme pude recordar con exactitud lo que te comento. No se, quizá no haya sido mas que una ilusión pero te diré algo; de lo que soñé. Desde ahorita te digo, que en el estabas Tú.
Recuerdo que en esa fantasía, había alboroto en El Cielo pues como en todos lados, nunca falta quien no esté conforme; en como se llevan las cosas. Creo que uno de tus muchos santos que tienes, estaba organizando una revuelta.
Por supuesto que todo a espaldas tuyas, el caso es que deseaban un nuevo dirigente. Incluso algunos decían, que debería de haber una convocatoria; para realizar elecciones. Ya sabes Señor, que siempre hay alguno que se cree líder y que inventó el hilo negro.
La cuestión es que empezaron a salir precandidatos, hasta se organizaron por planillas, que si la roja; que si la verde. Lo que hay que ver Padre Bueno, ahora resulta que no estaban de acuerdo con tu mandato. No te digo.
Pues bien, ya para entonces los disconformes eran muchos. La manzana de la discordia, había hecho su aparición y como el fruto prohibido; se la habían comido. Fue hasta entonces que alguien te dijo algo al respecto, no estoy seguro pero creo que fue San Pedro; el viejito barbón.
Recuerdo que Tú sonreíste, comentaste que te alegrabas por ello pues solo de esta forma se darían cuenta, de lo difícil que resulta ser Dios. Pedrito como siempre, algo aguerrido, te decía que actuaría en lo concerniente. Tú Señor como todo lo sabes y puedes, se lo impediste.
Dijiste que también en El Cielo, había libertad de ejercer sus derechos y obligaciones. Que los dejaran seguir adelante, que iniciaran su “grilla” y que tarde o temprano se darían cuenta de su error. No se Padre, como no los mandaste a volar.
El caso es que se convocó a elecciones, todo sería el domingo por la mañana. Al llegar la fecha estipulada, desde temprana hora los candidatos hicieron su aparición. La Gloria Celestial, se llenó de nuevos políticos. Altaneros, soberbios, ególatras, con ínfulas de dioses.
Fue en ese momento cuando ángeles, arcángeles, vírgenes, santos y beatos se dieron cita en las urnas. Los votantes empezaron a llegar, hasta los querubines y serafines querían votar pero por ser muy pequeños, se lo impidieron. Siguió todo el día el show.
Al final de la votación se inició el conteo, para tu bien ganaste con miles de votos. Esa acción tuya, de mandar a las once mil vírgenes a votar por ti; fue buena. Ahora les cumples a todas lo que les prometiste, conseguirles marido. Ni que hacer Señor.
Luego le seguimos Padre Todopoderoso pero de todas formas, aunque fue un sueño; tú ponte listo. No vaya a ser, que te den golpe de estado ó algo parecido. Ya ves como es la política en todas partes y creo que también en El Cielo. Cuídate Señor y que Tú te bendigas. Así sea.